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¿QUIÉN PAGA LOS DAÑOS DEL COCHE CUANDO TENGO UN ACCIDENTE?

Cuando tenemos un golpe con el coche lo primero que solemos hacer tras comprobar que no nos ha pasado nada es acercarnos a la fama del impacto y revisar si el coche tiene algún desperfecto. A continuación, lo siguiente que solemos pensar es en quién va a pagar el coste de la reparación.

Si tienes el coche asegurado sólo a terceros, y eres tú quien ha sido el responsable del accidente, enseguida te das cuenta de que la reparación va a hacer un importante agujero en tu economía familiar.

Si por el contrario el responsable del golpe ha sido el otro conductor, también es posible que se te presenten algunas complicaciones hasta que puedas ver reparado tu coche, o al menos abonados los costes de reparación.

En este artículo vamos a describir la forma en que se tramita este tipo de siniestros y quién es el que paga los daños del coche.

En un accidente, ¿quién paga los daños del coche?

El primer caso en qué podemos vernos involucrados es aquel en el que del accidente no ha intervenido ningún otro coche, porque por ejemplo nos hemos chocado contra un bolardo o contra una señal de tráfico. En estos supuestos serás tú quien tenga que reparar los daños de tu coche, o si en cambio lo tienes asegurado “a todo riesgo” será la compañía de seguros quien lo haga.

Sin embargo, si en el accidente se ha visto involucrado otro coche, la reparación y pago de los desperfectos se llevará a cabo a través de los llamados “convenios de indemnización directa” que tienen suscritos las compañías de seguros entre ellas con la finalidad de gestionar de una forma más rápida, sencilla y eficaz la reparación de los daños producidos en este tipo de accidentes. Se les conoce en el sector como convenios CIDE y ASCIDE.

Sin embargo, si en el accidente se ha visto involucrado otro coche, la reparación y pago de los desperfectos se llevará a cabo a través de los llamados “convenios de indemnización directa”

El convenio CIDE

El convenio CIDE es el más veterano, y para que pueda aplicarse es necesario que se cumplan los siguientes requisitos:

    • Que todos implicados en el accidente hayan rellenado y firmado la declaración amistosa de accidente amistosa de accidente.

    • Que se pueda atribuir sin ninguna duda la responsabilidad del accidente a uno de ellos. Para ello es necesario que se haya descrito con precisión la forma en que ha tenido lugar del accidente y las partes del coche en donde se han producido los daños.


Por su parte el acuerdo ASCIDE, complementario al anterior, se aplica cuando no se ha firmado la declaración amistosa de accidentes.

Después de que hayas declarado el accidente y hayas entregado a tu compañía la declaración amistosa, pueden ocurrir tres cosas:

    1. Que tú seas el responsable del accidente, en cuyo caso tu compañía de seguros esperará a recibir la reclamación de la compañía del perjudicado, lo cual debe ocurrir en el plazo de un año pues transcurrido ese plazo esta reclamación estaría prescrita.

    2. Que tú no seas el culpable del accidente. En este caso será tu aseguradora quien remita la reclamación a la compañía del culpable. Si los datos enviados por ti y por él otro conductor coinciden, de forma automática si aceptará la reclamación y será tu compañía de seguros quien se encargue de reparar los daños de tu coche o recabar el cobro de la indemnización económica en caso de que tu coche haya sido declarado siniestro total.

En caso de que los datos facilitados por los dos conductores no coincidan, las compañías de seguros negociaran lo necesario para tratar de alcanzar un acuerdo.

    3. Que no sea posible determinar el responsable del accidente, en cuyo caso los convenios prevén la aplicación de una tabla de culpabilidad, elaboradas a partir de las normas de circulación y de otras normas subsidiarias que contribuyen a determinar quién debe sufragar los gastos de la reparación.


Si finalmente no fuera posible determinar qué compañía es la responsable de los daños, procederán a dar de baja el convenio. A partir de este momento la labor de las aseguradoras finaliza, teniendo que ser el asegurado quien decida sí continúa reclamando los daños sufridos por sus propios medios.


Qué debo hacer si no estoy conforme con la resolución del siniestro

Como hemos visto, las compañías de seguros tienen predeterminado una posición a la hora de resolver estos siniestros aplicando los convenios, pero como es lógico no siempre el asegurado está conforme con la decisión que adopta la compañía.

Suelen ser dos las causas que motivan el desacuerdo del asegurado con su compañía de seguros

    1. Que el asegurado no se considere culpable del accidente.

En este caso al asegurado solo le queda demandar judicialmente al otro conductor y a su compañía de seguros. En estos casos lo normal es que su propia compañía de seguros tratará de convencerle de que no merece la pena hacerlo, argumentando que los daños son de escasa cuantía, que la declaración del pacto amistoso parece inculpable, que no existen testigos fiables que avalen postura…

Si en cambio el asegurado continúa con su idea de demandar, la compañía de seguros le invitará a que se busque un abogado para que reclame en su nombre, ofreciéndole a cambio reintegrarle el coste de su minuta hasta el límite del capital asegurado que prevea la póliza para la cobertura de defensa jurídica, y siempre y cuando obtenga una sentencia favorable.

    2. Que la compañía de seguros declare el coche como siniestro total.

Puede suceder que la falta de acuerdo venga motivado porque la compañía de seguros, que es la que debe reparar los daños que ha sufrido tu coche según el convenio, declare el coche como siniestro total, ofreciendo al asegurado a cambio una indemnización muy inferior a la valoración que éste considera justa. De nuevo el asegurado solo tendrá la opción de demandar judicialmente.


La caja de compensación entre aseguradoras

Para la tramitación de los siniestros sometidos a estos convenios las compañías de seguros han creado una caja de compensación. Cada mes las compañías cuadran los saldos deudores y acreedores compensándose entre ellas. Se trata de un sistema completamente informatizado que recibe el nombre de CICOS. A estos convenios se encuentran adheridas la práctica totalidad de las aseguradoras que operan en nuestro país.

Estos convenios prevén que la compañía que debe responder por los daños compensará a la otra compañía con el denominado “coste medio sectorial”, un importe fijo acordado cada año, y que en la actualidad ronda los 900 euros.

Vemos por tanto que a través de estos convenios se resuelven más del 70% de los siniestros con daños materiales que se producen cada año, por lo que en la práctica tienes muchas posibilidades de que tu caso se resuelva de esta forma. Pero también puede ocurrir que acabes viéndote obligado a reparar unos daños que tú no has causado, teniendo que acudir en estos casos a un procedimiento judicial para obtener el resarcimiento que tu compañía no te ha dado.

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